carleria
En el castillo abandonado, había nacido un árbol. Era casi tan viejo como el castillo y se sentía rey de él. Un rey solo, un rey triste. Un rey abandonado.
Sintió compasión el río de la roca. Siempre estaba ahí, quieta. Jamás podría recorrer caminos como él. La roca vio esto y decidió convertirse en arena, para así viajar con el viento.